Religiones en Finlandia
La religión más extendida en Finlandia es la Iglesia evangélica luterana, a la que pertenece aproximadamente el 60 % de los finlandeses. La Iglesia evangélica luterana y la Iglesia ortodoxa de Finlandia tienen un estatuto especial en el país: por ejemplo, tienen derecho a un impuesto. Además de ellas, en Finlandia hay registradas unas 170 agrupaciones religiosas. Las que más miembros tienen son los Testigos de Jehová, las agrupaciones musulmanas y la Iglesia Libre de Finlandia (Suomen Vapaakirkko). Muchas personas no son miembros de ninguna religión.
Opetus- ja kulttuuriministeriö
Asociaciones religiosasEl enlace lleva a un servicio externo.Libertad de culto y profesión de la propia fe en Finlandia
En Finlandia existe libertad de culto. Todo aquel que viva en Finlandia tiene el derecho de elegir su propio credo y profesarlo. Si no se desea, no es necesario escoger ninguno. Nadie está obligado tampoco a participar en la profesión de ningún credo.
Un grupo de al menos 20 personas mayores de edad pueden fundar una comunidad religiosa. No es obligatorio que los grupos religiosos se registren en forma de comunidad: pueden desarrollar sus actividades también sin necesidad de registrarse.
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Libertad religiosaEl enlace lleva a un servicio externo.Adscripción religiosa de los niños
Los padres eligen la adscripción religiosa de sus hijos. Si los padres no se ponen de acuerdo, el hijo no se adscribe a ninguna religión. Si en un proceso judicial se asigna la patria potestad a uno de los padres, este puede decidir por sí solo sobre la adscripción religiosa del menor.
Una vez un niño ha cumplido los 12 años, no puede ser inscrito como miembro de una agrupación religiosa sin su consentimiento. También hará falta que dé su consentimiento para su separación de la comunidad a la que pertenezca.
Los hijos tienen derecho a recibir formación religiosa de su propia religión en el colegio. Encontrará más información en la sección Educación básica del portal InfoFinland.
Los mayores de edad, es decir, las personas que ya hayan cumplido 18 años, pueden decidir por sí mismas su propia religión.